domingo, 4 de octubre de 2015

Dos demonios atormentando

La verdad es que existe un demonio que acecha en especial a las mujeres y algunos hombres, este demonio es el de la curiosidad morbosa, no cualquier curiosidad, sino la que destruye la mala, la que dejará una cruda moral que no sabrás como quitarla, un hoyo en la panza y opresión en el pecho. 

Hace dos días fui víctima de ese demonio que me llevo a meterme en asuntos que no me corresponden, como detective soy pésima, y  quedé como idiota y sin saber donde meter la cabeza; una sensación tan desagradable que espero jamás en la vida volver a experimentar. He de confesar que también fui presa de otro demonio, el de los celos irracionales; creo que estos dos demonios casi siempre trabajan juntos y se alimentan uno a otro. 

Al día de hoy me siento terrible, es una sensación entre asco, nauseas y suciedad; tristeza absoluta por que la pérdida de la confianza del otro es un sentimiento de vacío, desolación y hartazgo... es un tormento continuo que no se puede parar, no tiene medicina que me ayude a sentir mejor. 

No se como ofrecer disculpas y solicitar el perdón, asesiné brutalmente la confianza y después ya no super donde guardar el cadaver, me encontraron con las manos ensangrentadas y en ese momento me di cuenta de la aberración cometida. He ido de rodillas suplicando perdón, con ojos llorosos, estoy en un limbo que me atormenta porque el recuerdo del asesinato pasa por mi mente una y otra vez... me atormentan las palabras y las imágenes. 

Quiero saber después de ser presa de estos demonios, como se hace para arreglar los daños, acepto y me declaro culpable de tales hechos, pero ¿Quién puede ayudarme a que mis pecados sean perdonados? 

No se cuanto tiempo dure este martirio, lo único que se es que recobraré con trabajo duro lo que he dejado perder por tonterías que ciegan la mente, los ojos, el alma y el corazón. 

LO SIENTO. 

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